/ La Nación Por Katherine Ríos
Dolor de cabeza, pecho y espalda, insomnio, angustia, pesadillas, dificultad para concentrarse, sentimientos de culpa y desánimo, son sólo parte de los síntomas del cuadro que puede estar afectando a miles de chilenos a una semana del terremoto.
El terremoto que afectó el centro y sur de Chile, los tsunamis en la zona costera y las posteriores réplicas tienen a buena parte del país nervioso, con susto y con sensaciones físicas y sicológicas que pueden afectar la cotidianidad.Mareos, angustia, sentimientos de culpa, sensación constante de temblor, insomnio, dolores de cabeza y otros varios, reacciones sicológicas y sicosomáticas, son parte del cuadro de estrés postraumático que está afectando a los chilenos.
Es que según el siquiatra Rubén Alvarado, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, el estrés es normal frente a situaciones que sobrepasan las capacidades sicosociales que las personas poseen para enfrentarlas. “Las personas desarrollamos una respuesta de estrés normal. Todos los seres humanos cuando nos enfrentamos a una situación que desborda la capacidad sicosocial siempre sufrimos una respuesta de estrés que lleva consigo un componente sicológico, un componente físico y uno social”, dijo el especialista.
De acuerdo a información basada en investigación científica respecto de qué sucede con las personas cuando se ven enfrentadas a una catástrofe natural, Alvarado dijo que “se sabe que alrededor de la mitad de las personas tiene una serie de manifestaciones sicológicas que no son habituales: se anda con más temor, incluso algunos presentan un grado mayor de sensibilidad, eso forma parte de las reacciones normales. Insomnio, no querer estar en dormitorio o no querer volver al lugar en donde pasaron el terremoto que le recuerde la situación misma de catástrofe son parte las reacciones normales. También se tiende a somatizar las reacciones sicosomáticas: dolores de cabeza, de espalda, de estómago, etc.”.Todas estas reacciones y sentimientos, dijo el siquiatra son absolutamente normales y que requieren del control y apoyo los más cercanos, es decir, “el apoyo de un padre a un hijo, el apoyo del vecino o el apoyo de la pareja. Esto es fundamental para controlar los síntomas y consiste básicamente en expresar lo que uno siente, lo que uno teme o lo que uno piensa al otro, es decir, desahogarse sin forzarlo, pues la ciencia ha demostrado que no debe forzarse a las personas a decir lo que sienten, piensan o temen ya que puede llegar a ser más dañino”.“Desde el punto de vista poblacional, alrededor de un 3% de todas las personas adultas presentan un cuadro de estrés postraumático en algún momento de sus vidas, y no necesariamente asociado a una situación de catástrofe”, añadió el profesional.
SOLIDARIDAD
Entre las medidas iniciales para revertir esta situación, Alvarado dijo que se deben tomar todas la medidas que permitan reducir la afección de las personas, es decir, que es importante entregar información precisa y generar la sensación de seguridad, además de facilitar el descanso de las personas.El fortalecimiento y desarrollo de actividades solidarias y de ayuda mutua, que pueden ser locales hasta las más institucionales, también son clave a la hora de vencer la situación de estrés. Por eso mismo, dijo el siquiatra, se debe promover la organización de la personas a nivel local, junto con promover el sentido de autoeficacia y de que “podemos salir adelante”.“Hoy día nuestro país se tiene que volcar hacia la actividad solidaria, como país, desde el punto de vista de la de salud mental en general, ya más adelante tendremos que discutir por qué se produjeron estas situaciones que a todos nos han generado rabia, pero es esencial volcar nuestros sentimientos hacia la solidaridad y la ayuda mutua, es lo central que debíamos trabajar, porque el ayudar nos hace sentir bien”, insistió Alvarado.De alguna manera, el sentimiento de culpa debemos canalizarlo con las acciones de ayuda. “Con esto se busca generar un mayor sentimiento de seguridad posible en nuestra población, un sentido de ayuda mutua y de solidaridad y también un sentimiento de esperanza y de creer que vamos a salir adelante, ésas son las tres grandes directrices que debiesen guiarnos desde el punto de vista de la salud mental”, finalizó el especialista. LN
Síntomas y medidasSentimiento de miedo y angustia que pueden configurar una crisis.Se revive el evento o la situación (pensamiento y emociones asociadas).Hipersensibilidad a los estímulos, dificultad para concentrarse, insomnio, evitación de situaciones que recuerden el evento postraumático.
Desánimo, fatigabilidad, sentimientos de culpa.
En los primeros días es importante crear un clima que reduzca la tensión y la aflicción.
Facilitar el contacto entre las víctimas y sus seres queridos
Favorecer el desarrollo de actividades solitarias y de ayuda mutua.
Brindar contención emocional inicial.
DATO
Cuando el trastorno aparece antes de los 30 días después del evento y los síntomas duran no menos de dos días, se habla de Trastorno de Estrés Agudo. Cuando las manifestaciones aparecen después de los 30 días, se habla de estrés postraumático.